El cambio periódico de contraseñas, la actualización del software y un análisis de la información que uno tiene disponible en sus aparatos son medidas básicas para protegerse del robo de identidad y de otros ataques cibernéticos.
Los ciberdelincuentes son expertos que engañan a las personas para que descarguen software malicioso que les puede dar acceso a información personal y contraseñas.
Sin embargo, hay medidas de sentido común que puedes tomar para evitar ser blanco de los hackers:
Evita malos enlaces: revisa a dónde te estará dirigiendo un enlace antes de hacer clic en él. Coloca el cursor del ratón en el enlace (¡no hagas clic!) y examina la dirección. Si se supone que debe llevarte a «Music.com» pero en su lugar va a llevarte a «x78vyt.net», se trata de un enlace sospechoso.
No visites sitios web dudosos: los oscuros rincones del Internet son pocilgas de la vida real. Los sitios pornográficos son conocidos refugios de software malicioso.
No caigas en engaños de suplantación de identidad. Todos sabemos que debemos ignorar correos de nuestro tío lejano, príncipe de Nigeria, quien necesita que le hagas una transferencia. Pero los estafadores más modernos usan todo tipo de engaños. Se hacen pasar por tu banco, tu proveedor de correo electrónico o sitios de medios sociales. Sin embargo, los bancos no te pedirán que restablezcas tu contraseña por correo electrónico. Y las amenazas de «cerrar tu cuenta» son altamente cuestionables.
No hagas descargas desde fuentes desconocidas: solo debes bajar archivos que provienen de sitios web de confianza. Literalmente estás aceptando una caja sin abrir de alguien más.
Reglas básicas para evitar ser interceptado por hackers
Cuanto más larga y complicada la contraseña, más le costará a los hackers adivinarla. Las mejores son las que combinan de forma inconexa letras, números y otros símbolos.
No incluya los nombres de sus hijos ni de sus mascotas, sus cumpleaños ni otros dados personales que estén disponibles en las redes sociales.
Los hackers revisan siempre las cuentas de Facebook y Twitter tratando de buscar pistas que permitan descifrar la contraseña.
Las contraseñas obvias o las que están ya programadas, como «contraseña123» son igualmente malas, aunque los entendidos dicen que es sorprendente lo comunes que son.
Al margen de lo complejas que sean las contraseñas, se recomienda cambiarlas después de algunos meses.
Cuanto más tiempo tenga una contraseña, más probabilidades habrá que sea detectada.
Sigue estos simples pero útiles consejos y podrás proteger tu identidad en Internet.